Salir a pasear y ver mangas cortas en una ciudad donde las botas de caña alta no te las quitas hasta mayo es un hecho insólito.
Pero... nos da gusto ¿sí o no?
Porque, venga, no podemos negarlo, en cuanto empiezan las rebajas y traen a la par las nuevas colecciones, siempre siempre acabamos comprándonos en febrero algo que, con mucha suerte, hasta abril no lo sacas del armario: unas manoletinas claras, camisetas sin mangas, estampados primaverales, gabardinas...todo lo que grita "sol ven a mi" guarda durmiente en las perchas.
Y Ahora, en febrero, andamos así:
¿¿Da gusto...o no da???
No hay comentarios:
Publicar un comentario